VIAJE FIN DE CURSO 4º ESO. PORTUGAL (III)
Hola de nuevo. Ya estamos aquí de nuevo (en el blog, me refiero, porque nosotros seguimos en Portugal y vosotros... Bueno, da igual), así que vamos a contar lo que hemos hecho hoy.
Tenemos la visita a Lisboa, así que tras el saludo al sol y el desayuno, nos subimos al autobús hacia la capital lusa. El autobús nos deja en el Monasterio de los Jerónimos, porque no puede pasar al centro de la ciudad, así que pensamos en buscar un tranvía o autobús para desplazarnos hasta allí. Pero antes nos acercamos a ver el monumento a los descubridores, en honor a todos los prohombres, ya fueran gobernantes, navegantes, geógrafos o marinos que hicieron posible la exploración del mundo y la expansión de Portugal por todo el orbe conocido, permitiendo la creación de un imperio desde América hasta Japón. Si bien a veces se podía considerar una red de zonas comerciales, también tenía territorios más extensos como Brasil, Angola o Mozambique. A Lisboa llegaban mercancías de los sitios más alejados, Madeira, Azores, Sao Tomé, Mozambique, Goa, Malaca o Japón; lo más exquisito, caro y apreciado en la época, las especias como mercancía a destacar, sin olvidar la seda, porcelanas chinas, oro, plata...
Finalmente tomamos un tranvía para desplazarnos hasta la Praza do Comerzo desde la que sube la Avenida da Libertade hacia la ciudad. La amplia avenida que mira al Tajo, nos recibe con su bullicio y luz, siempre animada con sus cafés, tiendas, paseantes, pastelerías... Hace un día estupendo, aunque esto provoca que pasemos algo de calor.
Para ganar algo de tiempo, decidimos no volver hasta el autobús para ir al restaurante, sino que vamos directamente hacia allí, pero buscamos otro transporte alternativo. Es una agradable sorpresa encontrarnos con nueve tuc-tuc que nos llevan hasta allí y nos permite disfrutar de vistas de la ciudad al lado del río Tajo.
Sonia y Nerea delante de uno de los tuc-tuc que nos llevaron al restaurante.
El restaurante es muy bueno, tenemos buffet libre y comemos a placer, tras el paseo en tuc-tuc, es un gustazo, la verdad. Ahora sí cogemos el autobús para desplazarnos al Oceanario de Lisboa. Es un impresionante edificio construido con motivo de la exposición universal de Lisboa en el año 1998, en su momento fue el mayor de Europa (ahora es el segundo). En su tanque central se pueden observar multitud de especies de los distintos ecosistemas y mares del planeta, los tiburones son las estrellas principales, pero mantarayas, peces luna y otras muchas especies hacen las delicias de todos los que se pasman observando y maravillándose del fantástico ballet tridimensional que nos ofrecen. El recorrido va rodeando el gran tanque de agua y permite verlo desde distintas partes, llamando la atención que desde cada una de esas ventanas, el aspecto cambia totalmente, tanto el fondo, rocas o plantas, como los peces presentes. En otros tanques se muestran otras especies o ecosistemas, relacionados con los que se van mostrando en el tanque principal. La visita se hace a dos niveles, mostrando la superior incluso ecosistemas terrestres relacionados con los océanos, costa atlántica, pacífica, antártica o selva tropical donde moran pingüinos, frailecillos, araos e incluso nutrias. Los anfibios no se quedan fuera de la exposición y también son varios los espacios dedicados a los más pequeños donde se muestra desde la importancia del reciclaje hasta el ciclo de los mares y océanos en la Tierra. De todos los ecosistemas, nosotros nos quedamos con la selva tropical.
Los arrecifes de coral, otras rocas, otras algas, otras comunidades, otros peces, pero la misma agua que conecta todo y que da sobrenombre a nuestro planeta, el Planeta Azul.
El año pasado se cumplió un cuarto de siglo desde su construcción para la Expo ´98 de Lisboa, y desde entonces sigue cumpliendo con su función divulgativa, investigadora y de recuperación de las especies y ecosistemas marinos.
Aún tenemos tiempo de pasar un rato en un centro comercial que queda aquí cerca antes de subir al autobús para regresar al hotel. Pero queremos aprovechar antes de despedirnos para contaros que el cantante que conocimos ayer, nos ha contestado al mensaje que le escribimos con el motivo de enviarle las fotos que tomamos mientras Joan Valentín y Nerea, actuaban con su guitarra y micrófono en una de las puertas de Obidos.
¡Ay, madre que me queda solo un 15% en el móvil!
Bueno, pues hasta aquí el día de hoy. Empezó un poco incierto esta mañana, pero finalmente ha habido momentos muy divertidos.
Mañana seguiremos contando, hasta entonces.
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