DeepSeek, ChatGpt, and Other LLMs (AI Models Comparison)
- Movilidad
Erasmus+: Proyecto 2024-1-ES01-KA121-SCH-
000227545 - Curso: “DeepSeek, ChatGpt, and Other LLMs (AI Models Comparison)” (Viena)
- Compañía: Kentro Xenon Glosson – EUROPASS ACADEMY ATHENA SINGLE MEMBER S.A. (28 julio - 2 agosto) Europass
Durante esta semana de formación en la siempre majestuosa Viena, he tenido la oportunidad de trabajar con colegas de Hungría, Italia, Rumanía y España para explorar el potencial de la Inteligencia Artificial (IA) como herramienta para la enseñanza y el aprendizaje. El curso estuvo guiado por Lorraine, una formadora austríaco-australiana con una vasta experiencia en el tema, que combinó teoría y práctica para conseguir un espacio ameno y enriquecedor en el que integrar los contenidos del curso significativamente.
Día 1: La primera sesión comenzó con una introducción cultural sobre Austria, donde nuestra instructora hizo algunas observaciones para que nos familiarizáramos con las tradiciones y la mentalidad de los austriacos. Justo después de esto, explicó cuál iba a ser el enfoque del curso.
El grupo de participantes era bastante variado: compartí clase con húngaros e italianos en su mayoría, junto con otra chica rumana y otra española. Así, Lorraine inició una dinámica grupal para asegurarse de que nos conociéramos y de romper el hielo. Por parejas nos encargamos de presentarnos los unos a los otros. Después llevó a cabo una lluvia de ideas sobre nuestro uso inicial de la IA, tanto a nivel personal como a nivel de aula.
Día 2: Una vez que sabíamos nuestros nombres y habíamos creado cierto vínculo, comenzó con los contenidos del curso en sí. Durante toda la semana, estuvimos inmersos en un conjunto de actividades que nos ayudaron a descubrir las diferencias entre distintos Modelos de Lenguaje de Gran Escala (LLMs). Este método comparativo se aplicó en todo momento, contrastando distintas plataformas y analizando sus fortalezas y limitaciones.
Además del por todos conocido ChatGPT, empezamos a familiarizarnos con otros tantos modelos de IA, escudriñando su rendimiento en relación a diferentes tareas.
También realizamos una serie de actividades que nos ayudaron a entender la importancia de definir claramente lo que queremos de la IA a través de ‘prompts’ efectivos (el input que le damos), para que obtengamos la respuesta deseada. Estas técnicas de prompting incluyen redactar indicaciones claras, concisas y específicas. Fue aquí donde descubrimos que inteligencias artificiales como ChatGPT o Claude, más enfocadas en razonamiento lingüístico, son más efectivas en este sentido, mientras que a otras como DeepSeek, cuyo uso está más enfocado a lo matemático, les cuesta más interpretar indicaciones. Igualmente, vimos que en cuanto a la interpretación de cantidades o valores numéricos, ChatGPT performa significativamente peor DeepSeek, el cual rinde mucho mejor con las cifras.
En cuanto a la objetividad, la privacidad o los riesgos éticos, también hay que entender que ninguna de las inteligencias artificiales es totalmente ‘neutra’. Todas ellas arrastran ciertos sesgos en función de cuál sea su desarrollador. Por tanto debemos desarrollar estrategias para contrarrestar estos ‘bias’ tan presentes especialmente en el gigante chino DeepSeek o en la viciada Grok de Ellon Musk.
En este sentido, empezamos a darnos cuenta de que,
dependiendo de qué tipo de resultados pretendemos obtener, debemos hacer uso de
diferentes IAs.
Día 3: Aprendimos mediante el descubrimiento, practicando mucho sobre cómo aprenden a partir de datos, sus capacidades de redacción, traducción y análisis, así como sus limitaciones, como el sesgo, los riesgos de privacidad y las llamadas 'alucinaciones', aquellos momentos en los que el motor de IA contesta con total confianza algo incorrecto y sostiene esa idea, la cual es totalmente inventada.
Mejoré mi habilidad para crear prompts efectivos practicando la especificidad, la claridad y las instrucciones basadas en roles, al igual que comprendí cómo refinar los prompts para obtener mejores resultados. El curso también amplió mi visión sobre las aplicaciones reales de la IA, desde el marketing hasta la energía, incluyendo casos como la detección de fraudes.
Igualmente, estuvimos viendo cómo las herramientas de IA pueden ser utilizadas para atender a la diversidad del aula (especialmente en casos como el de la dislexia, donde pueden generar planes de trabajo para cada sesión, adaptados a las necesidades específicas de aprendizaje del alumnado).
Día 4: Adquirí habilidades para integrar herramientas de IA en la enseñanza, como diseñar planes de clase, crear plantillas de evaluación y usar la IA para tareas rutinarias priorizando el juicio humano. Se hizo un gran enfoque en el pensamiento crítico y la alfabetización digital. Aprendí a identificar información falsa, desinformación y propaganda; analizar la credibilidad de las fuentes; y comprender los algoritmos de las redes sociales y las cámaras de eco.
Se enfatizó el uso ético de la IA, incluyendo el reconocimiento de sesgos y el aseguramiento de un uso responsable y seguro de la tecnología. Finalmente, mejoré mi conciencia sobre el bienestar digital, la seguridad en línea y los hábitos saludables con la tecnología, como equilibrar el tiempo frente a pantallas, proteger la privacidad y crear zonas libres de dispositivos.
En resumen, potenciamos nuestras herramientas como docentes en cuanto a la aplicación de la IA en nuestra vida diaria, ya que ahorra muchísimo tiempo.
Día 5: Además de las sesiones técnicas, cada uno de los participantes hicimos breves presentaciones de los distintos centros educativos para facilitar el contacto y fomentar futuras colaboraciones Erasmus+. Siempre es emocionante pensar en nuevos proyectos para llevar a cabo.
Día 6: Lo último que hicimos antes de despedirnos fue la recogida de nuestros certificados, con la esperanza de que algunos de nuestros caminos volvieran a cruzarse y estrecháramos lazos entre institutos.
Principalmente, lo que extraigo del curso es que, pese a los grandes retos que plantea la IA en la educación (brecha digital especialmente en contextos rurales, excesiva dependencia de la misma por parte del alumnado, problemas relacionados con la privacidad, la pérdida del factor emocional del aprendizaje...), evitar su uso en el alumnado no es una opción factible ni viable. Además, cuando se usa de manera sensata y reflexiva, puede hacer del aprendizaje algo mucho más personalizado y a medida (en concreto para alumnado neurodivergente con TDAH, dislexia, etc. que necesite otro ritmo o enfoques), aumenta la eficiencia de la práctica docente (automatizando procesos y liberando tiempo del profesorado para otras tareas) y también puede ofrecer recursos valiosos para el alumnado.
Es evidente que la IA está transformando radicalmente la sociedad y, por ende, la educación, trayendo consigo tanto desafíos complejos como importantes oportunidades. En este nuevo paradigma, hay que entender que la IA ha llegado para quedarse, y por tanto hay que adoptar un nuevo modelo educativo donde estos modelos de lenguaje supongan una herramienta más para la mejora y optimización del aprendizaje. Este nuevo contexto digital exige por tanto un enfoque radicalmente distinto por nuestra parte como educadores, ya que somos los responsables de dotar a los estudiantes de la capacidad de navegar en el uso eficiente de la IA. Hay que tratar de garantizar que nuestros alumnos sepan implementarla para ampliar conocimientos, sin que esto vaya en detrimento de su pensamiento crítico.
Natalia Martínez García
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